Recomendaciones: que visitar en Viena, Austria
Recomendaciones qué visitar en Viena, Austria, conserva un rico patrimonio dentro de sus límites, fruto de su tradición histórica y su largo pasado como importante ciudad en la Europa central. El centro histórico de la ciudad es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¿Qué conocer en Viena?
Visitar el Palacio Beldevere en Viena
El conjunto arquitectónico conocido como Palacio Beldevere en Austria está constituido por dos palacios, unidos por un bello jardín, y un hotel. El complejo fue construido durante el primer tercio del siglo XVIII, siendo el estilo arquitectónico predominante el barroco.
La importancia histórica del Palacio Beldevere también deriva del hecho de que allí se firmó el Tratado que puso fin a la ocupación de Austria después de la derrota que este país sufrió en la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, funcionan en el Palacio Beldevere dos museos, el de Arte Barroco y el de Arte Medieval, y una Galería de Arte Austríaco. En conjunto, la colección de estos museos abarca la obra de destacados pintores europeos desde el siglo XVII hasta la actualidad, tales como Claude Monet y Gustav Klimt.
Las tabernas de Viena
Quienes disfrutan del turismo enológico o enoturismo no pueden dejar de visitar en Viena sus famosas tabernas, conocidas como Heurigen. Estos locales se multiplican en las calles vienesas y se sirven en ellos los mejores vinos producidos en Austria, sobre todo en su región sur, acompañados de exquisitas delicatesen.
Una visita a estas clásicas tabernas de Austria, que además acompañan el buen vino con música típica en vivo, garantiza al visitante acercarse a las tradiciones ancestrales de la cultura austríaca. En Viena, las zonas recomendadas para asistir a las mejores tabernas se encuentran en torno a Sievering, Nußdorf, Mauer, Grinzing y Oberlaa, entre otras áreas de la ciudad.
Visitar el Museo Liechtenstein en Viena, Austria
Otro de los centros patrimoniales más importantes de la capital de Austria es el Museo Liechtenstein. El espacio encuentra su valor en la realización de exposiciones artísticas temporales, pero su relevancia también deriva de su importancia arquitectónica.
El sitio fue construido a principios del siglo XVIII y se distingue por estar decorado con imponentes frescos y pos sus exuberantes jardines. La colección del Museo Liechtenstein incluye principalmente artistas italianos, así como también realizaciones de la pintura holandesa del siglo XVII, entre las que destacan obras de Rubens y Van Dyck.
